TRABAJO
PRÁCTICO ESCRITO
MATERIA: GEOGRAFÍA
PROFESORA: SOFÍA ZAPATA
TEMA: LOS
AZTECAS
INTEGRANTES:
AGUSTÍN ML
NICOLÁS C
DIEGO C
PABLO R
KEVIN S
CIVILIZACION AZTECA
El imperio azteca
—también llamado, de forma minoritaria, imperio mexicano fue una entidad de control territorial, político y
económico que existió en la zona central de Mesoamérica, durante el Posclásico Tardío, antes de
la Conquista
española. Formalmente, estaba
integrada por los dominios de la Triple Alianza (Excan Tlahtolloyan),
conformada por Texcoco, Tlacopan y México-TenochtitlanLos Aztecas impusieron con astucia su jerarquía sobre sus
aliados, y extendieron su dominio hasta las costas del Océano
Pacífico y del Golfo de México. Adquirieron riqueza y poder a partir de la imposición
de un estricto sistema de tributación, de tal manera que a la llegada de los
españoles en los inicios del siglo XVI, su capital era considerada la urbe más
importante y magnificente de su época.
Ubicación del Imperio azteca
Los aztecas establecieron México Tenochtitlán en el centro del Valle de México, expandiendo su control hacia
ciudades-estado ubicadas en los actuales estados de México, Veracruz, Puebla, Oaxaca, Guerrero, la costa de Chiapas, Estado de Hidalgo, y parte de Guatemala. El territorio que se conquistó no fue de un
monótono clima, sino que abarcó climas tan variados como el clima polar de alta
montaña hasta los climas cálidos. Hubo una gran variedad de ecosistemas desde
bosques de coníferas, mixtos, caducifolios hasta los ecosistemas cálidos como
lo son las selvas tropicales, desiertos rocosos, selva caducifolia, manglares,
bosque tropical, entre otros ecosistemas.
Gobierno
El
Estado mexica fue una teocracia encabezada por el huey-tlatoani, gobernante
máximo electo por un consejo integrado por representantes de los veinte grupos
de personas emparentadas o clanes en que se dividía la sociedad. Cuando el
tlatoani, debía tomar decisiones fundamentales, por ejemplo la declaración de
la guerra, deliberaba con algunos asesores. El más importante fue el Cihuacóatl,
quien colaboraba con él en el gobierno y lo reemplazaba en caso de ausencias.
En los niveles inferiores había muchos funcionarios; entre ellos, los jueces
encargados de vigilar el cumplimiento de las normas y los guardianes de los
depósitos de armas. La figura política principal era el tlatoani, especie de
monarquía hereditaria, de descendencia tolteca, que gobernaba con un consejo de
nobles prominentes El Huey Tlatoani o Tlacatecuhtli era el
máximo gobernante. Se le consideraba representante de los dioses
El
modo en que los mexicas impusieron su dominio sobre otros pueblos
mesoamericanos fue diverso, no ajustándose a una estructura imperial
tradicional como en las monarquías europeas. Aunque se suele señalar el
carácter militar de varias conquistas mexicas, también establecieron una
complicada red de alianzas matrimoniales con las élites locales para asegurar
la lealtad hacia el poder de México-Tenochtitlan. Tal fue el
caso, por ejemplo, de los zapotecos del istmo de Tehuantepec.
Los
cargos públicos fueron designados por la nobleza de Tenochtitlan, Texcoco y
Tlacopan. Por lo regular elegían de una línea de sangre dominante.
Tribunales Aztecas
Los
aztecas tenían una organización judicial jerarquizada, que variaba del teuctli,
especie de juez de elección popular, para un lapso de un año, competente para
conocer de negocios menores, hasta un tribunal de tres jueces vitalicios,
diríamos hoy profesionales, designados por el cihuacóatl. Las resoluciones
podían ser reclamadas, apeladas con mejor técnica jurídica, ante el tribunal
del rey. En Texcoco la justicia era administrada en el palacio real, que
contenían tres salas con un total de doce jueces designados por el monarca,
quienes podían apelar; asistido de dos o tres nobles. Además funcionaban jueces
de menor grado, distribuidos por todo el territorio. También hubo tribunales de
comercio encargados de resolver litigios surgidos en los mercados (tianguis).
El procedimiento era oral y a veces se documentaba mediante jeroglíficos.
Organización Social
La
sociedad se dividió en veinte clanes llamados calpullis, constituidos por grupo
de personas vinculadas por parentesco. Cada clan contaba con tierras, un templo
y un jefe o calpullec. Se dividían en tres clases; nobles, gente común y
esclavos.
Nobles (Pīpiltin)
Los pīpiltin
([pī]pil-tin 'nobles' es una forma de plural formada por reduplicación a partir del singular: pil-li
'noble'[2] ) era el nombre que recibía la élite
dirigente que controlaba tanto el gobierno, como la religión. Pagaban tributos
y tenían tierras propias que eran trabajadas por los obreros y del campo.
Gente común (Mācēhualtin
A
este grupo de la gente común (mācēhualtin) pertenecían los artesanos, los
comerciantes, y los campesinos.
Esclavos ( Tlātlācohtin
Los tlātlācohtin
(forma plural, de tlācohtli 'esclavo'[3] ) eran prisioneros de guerra, personas
que habían cometido un delito o bien personas con grandes deudas, las cuales no
les era posible pagar a corto plazo y se autoempleaban como sirvientes de
aquellos a quien le debían.
ECONOMIA
La
economía era próspera. En primer lugar, su control sobre los otros pueblos les
permitía contar con abundante mano de obra. La organización económica azteca
estaba regida por el "Calpulli", que era un grupo de familias, a las
cuales se les asignaba una cantidad de tierras para trabajarla y la producción
se repartía entre las familias, el Estado, los sacerdotes y el jefe del
Calpulli. Por otra parte, el cobro de tributo hizo que los aztecas tuviesen
abundancia de materias primas y productos. Otro factor que posibilitó la
prosperidad fue la utilización de avanzadas técnicas agrícolas. Tenochtitlán,
capital de los aztecas, estaba construida en una isla en el centro del lago
Texcoco. Los aztecas usaron el sistema de cultivo conocido como chinampas, y
con este sistema llevaban la tierra al agua. Lo hacían de la siguiente manera:
clavaban cuatro estacas de ahuehuete en las tierras pantanosas y formaban un
rectángulo. Lo llenaban con varas y tiras de pasto y lo cubrían con lodo; las
estacas arraigaban y retenían la tierra en los bordes. La chinampa absorbía el
agua del lago y el lodo servía de abono; de este modo sembraban varias veces al
año. También construyeron terrazas de cultivo en las zonas montañosas. Usaban
abonos vegetales y animales.
El
comercio de los aztecas se basaba principalmente en el trueque.Por la cantidad
de población y los datos indirectos se cree que Tenochtitlan en su época de
esplendor era el mercado más grande del mundo, y se ubicaba en la plaza central
de Tlatelolco comercializaban con
esclavos, prisioneros de guerra, cacao, frutas exóticas, etc.
La
generación de excedentes, producto del cultivo de chinampas, permitió el
desarrollo del comercio de artículos artesanales.
ORGANIZACIÓN MILITAR
La
expansión del dominio mexica fue resultado de su organización militar y del
valor de sus soldados en las batallas y a la habilidad de sus gobernantes,
quienes inicialmente se apoyaron en la Triple Alianza. Aprovecharon las
divisiones que existían entre sus adversarios y convencían de forma coercitiva
a muchos altépetl (señoríos) que les convenía más ser vasallos de
Tenochtitlan que enfrentarse a los riesgos terribles de una guerra. Por lo
general, la mayoría de altepetl circundantes a México-Tenochtitlan aceptaron
pagar tributo a los mexicas y conservaron la administración a cargo de la
nobleza local, que debía rendir cuentas ante los gobernantes de la capital. En
ciertos lugares ventajosamente situados, los mexicas establecieron fortalezas y
guarniciones que vigilaban los territorios dominados y la seguridad de las rutas
comerciales, como en Oztoman cerca de los purépechas, Zozolan con los mixtecas,
Xoconochco y en los límites con los señoríos totonacas. Solo algunas regiones
conflictivas fueron gobernadas directamente por funcionarios nombrados en
Tenochtitlan con atribuciones políticas y militares.
RELIGION AZTECA
La
religión mexica fue la síntesis de las creencias y tradiciones milenarias de
los antiguos pueblos mesoamericanos, de una
complejidad que implicaba la existencia misma, la creación del universo y la
situación del ser humano respecto a lo divino, ligada estrechamente a la
agricultura y a la lluvia. El concierto humano tenía en la naturaleza divina su
razón de ser e implicaba diversos conceptos, de los que los mexicas fueron los
herederos de un núcleo religioso mesoamericano construido a
lo largo de muchos siglos
Los mexicas originalmente
eran una de las tribus nahuas y
cuando llegaron al valle de México, traían sus
propios dioses. El más importante era Huitzilopochtli, cuyo nombre
puede traducirse literalmente como colibrí izquierdo, el colibrí
zurdo o Colibrí del sur.
Sin
embargo, algunos dirigentes mexicas (como Tlacaelel) modificaron
la historia para poner a su dios tribal, Huitzilopochtli, al mismo
nivel que los demás dioses nahuas. Conforme los mexicas comenzaron a conquistar
a otros pueblos, fueron aceptando nuevos dioses y enlazando sus historias con
las de los dioses que ya tenían.
Ofrendas humanas
La cultura mexica es
particularmente notable por la práctica de sacrificios humanos; los ofrecimientos a Huitzilopochtli serían hechos para
restaurar la sangre que perdió, ya que el
sol era confrontado en una batalla diaria. Esto prevendría el fin del mundo que
podría suceder en cada ciclo de 52 años. La dedicación del gran templo en Tenochtitlán fue
divulgado por los mexicas según lo referido, con un sacrificio de más de 84,000
prisioneros; sin embargo, este número probablemente fue una exageración de los
mismos mexicas para infundir miedo entre sus enemigos, pues en el relato
insisten en que el Tlatoani
sacrificó personalmente a todas las víctimas en el curso de 4 días. Las
víctimas sacrificadas a Xipe Tótec eran
atadas a un poste y eran cubiertas por completo por flechas que les eran
lanzadas. Posteriormente el cadáver sería desollado y un sacerdote se cubriría
con la piel. Representan la renovación de la tierra para volver a ser fértil.
La Madre Tierra, Teteoinnan, requería víctimas femeninas desolladas. Tláloc requería niños enfermos
masculinos.
Los aztecas celebraban unos constantes ciclos de
fiestas religiosas con sacrificios humanos a sus diversos dioses, especialmente
al adorar al dios-Sol Tezcatlipoca. Además, en la fiesta al dios del fuego, Xiuhtecuhtli (Huehueteotl), "a los
prisioneros de guerra se les hacía danzar con sus captores y [...] se les hacía
girar alrededor de un fuego intenso y entonces se les arrojaba en las brasas y
se les alzaba mientras todavía estaban vivos para sacarles el corazón todavía palpitante y
ofrecerlo a los dioses”.
Artes
El pueblo mexica fue un buen
pueblo escultor ya que podían realizar esculturas de todos los tamaños en las
que plasmaban temas religiosos o de la naturaleza. Captaban la esencia de lo
que querían representar y luego realizaban sus obras con todo detalle. En las
esculturas más grandes solían representar dioses y reyes. Las más pequeñas las
utilizaban para representaciones de animales y objetos comunes. Los mexicas
utilizaron la piedra y la madera y a veces decoraban las esculturas con pintura
de colores o incrustaciones de piedras preciosas.
La música, canto y danza acompañaba a todas las ceremonias de carácter
religioso, los matrimonios, los funerales, los sacrificios, las de carácter
político como la ascensión de un nuevo dirigente, las de carácter guerrero e
incluso las festividades relacionadas con los ciclos calendáricos. Los bailes
religiosos se realizaban en los patios de los templos. Algunos instrumentos musicales
usados son Teponaztli, Tecomapiloa, Omichicahuaztli, Huehuetl, Coyolli, Chililitli, Chicahuaztli, Cacalachtli, Ayotl, Ayacahtli, Tetzilacatl, Ayoyotes.
Arte mexica
El arte
mexica o azteca incluye las manifestaciones artísticas de los mexicas, entre los
que se encuentran la literatura, la música, la arquitectura, la escultura, la plástica y las danzas.
Arquitectura religiosa
La
arquitectura religiosa se desarrolló siguiendo las pautas de la tradición mesoamericana, aunque
existen aportaciones importantes. El tipo de construcción más original es el de
los templos gemelos, con doble escalinata de acceso. Aunque el mejor conocido
es el de Tenayuca, a ese modelo respondieron también los templos principales
(teocallis) de México-Tlatelolco y México-Tenochtitlan.
Otra
construcción muy característica de los mexicas fue el tzompantli, estructura
donde se acumulaban los cráneos de los sacrificados. Sólo se conserva un
pequeño altar que se encuentra en el Museo Nacional de
Antropología e Historia de México y el descubierto recientemente en las
excavaciones del Templo Mayor.
Pintura en los códices
Los
códices mexicas, como la mayoría de los códices mesoamericanos, están
elaborados con un papel especial hecho de corteza de árbol: el amate. Fueron
realizados por artistas de la élite llamados tlacuilos con
convenciones de las distintas tradiciones pictóricas de Mesoamérica. Por
ejemplo, los caminos andados están representados por pequeñas huellas de pies.
Las palabras habladas están simbolizadas con una voluta. Los
realizaron con tintas variadas, que permitían lograr una viva y hermosa
policromía. Representaban a los
dioses y
hombres
notables, animales o plantas y también hechos de la vida real.Árbol de amate
Arte plumario
La
plumería fue una de las expresiones más originales y características de los
aztecas, especialmente en la elaboración de mosaicos. Las aves utilizadas para
estos trabajos procedían de los bosques tropicales del sur de México y Guatemala, o bien, eran
criadas en cautiverio y cazadas con técnicas refinadas que no dañaban el
plumaje de la presa. Eran clasificadas de acuerdo con el tamaño, calidad y
color, siendo las más apreciadas las verdes de quetzal (sobre todo
las larguísimas caudales); las rojas del tlauquecholli, parecido al flamenco, y las azules
turquesa del xiuhtótotl. Los especialistas dedicados a estas tareas se
llamaban amantecas y eran muy
apreciados.
Escultura mexica
Las
esculturas y figurillas de personas son los elementos que identifican las
creaciones plásticas del Posclásico Tardío. Son imágenes de hombres y mujeres
que expresan los ideales tanto en edad como en belleza. La etapa juvenil adulta
era considerada el momento de plenitud que garantizaba la fortaleza en la
guerra. Siendo esta edad también la de mayor actividad sexual, las esculturas
representan el paradigma social tan necesario para la supremacía imperial.
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